MEMORIA
HISTÓRICA
Sergi Bernal (Barcelona,
1973) se define como "Geógrafo y fotógrafo de historias humanas y
comprometidas". Ha hecho reportajes sobre los escenarios más diversos: la
China rural, los campos de refugiados saharauis en Argelia, los movimientos
sociales en Barcelona, el procés y el referéndum del 1 de
octubre... En 2010 empezó a trabajar en un proyecto sobre el maestro republicano Antoni
Benaiges, ejecutado por los fascistas en un pueblo de Burgos. Esta
investigación dio lugar a dos libros (El mar será... y Desenterrando el silencio. Antoni Benaiges, el maestro
que prometió el mar), a un documental de Alberto Bougleux y a
una exposición, Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar, que
ha itinerado con gran éxito por muchos lugares y que estará en el Museu
Marítim hasta el 1 de mayo. Es en este centro que Sergi Bernal ha
sido entrevistado por El Nacional.
¿Como llega a enterarse de que
habían ejecutado a un maestro catalán a una zona rural de Burgos?
Yo me había dedicado a documentar
cosas que pasaban en el Gòtic, los campos de los saharauis y muchas otras
cosas. Y estaba muy interesado en hacer fotos de la apertura de
fosas de republicanos. La Sociedad de Ciencias Aranzadi, que se dedica a
temas de memoria histórica me invitó a ir a Burgos... Cuando fui aññço no sabía
quién era Benaiges, ni tenía la menor idea de la metodología pedagógica
Freinet...
Un hombre
explicó que allí estaba enterrado el maestro de Bañuelos de Bureba, un catalán,
de nombre "Antonio"
¿Y cómo conoció al personaje?
Estuve en la fosa de los Montes
de la Pedraja, en Burgos, en agosto de 2010. Hice una tarea de seguimiento
fotográfico de la excavación, pero también me dediqué a hacer entrevistas, a
documentarme sobre los hechos... El último día, cuando ya estaban recogiendo,
pasó un hombre y les explicó que allí estaba enterrado al maestro de Bañuelos
de Bureba, un catalán, de nombre "Antonio". Enseguida me llamó la
atención la historia. Y busqué en Google, y encontré un blog mexicano que
explicaba la historia de forma muy dramática. Incluso ya hablaba de que
Benaiges había prometido a sus alumnos que los llevaría a ver el mar. Enseguida
vi que allí había una historia que valía la pena.
¿Fue muy difícil documentarse?
Benaiges ni siquiera salía
en los estudios de la represión de los maestros de Burgos, quizás porque
no era de la zona. No conseguimos identificar su cuerpo, tampoco. Pero por
suerte la familia Benaiges había conservado mucho material del maestro: cartas,
fotografías, los cuadernillos que imprimían en la escuela los niños... Con eso
ya podemos hablar más de la historia del Benaiges maestro y educador que del
Benaiges muerto, represaliado.
El miedo a ser
relacionados con el maestro hizo que mucha gente acabara quemándolo todo
¿Y en Bañuelos encontró mucho material?
Muy poco. Allí, en el pueblo, se
impuso el terror. El miedo a ser relacionados con el maestro hizo que mucha
gente acabara quemándolo todo. El 25 de julio de 1936 los falangistas fueron a
la escuela y lo destruyeron todo. Sólo se conservó algún cuadernillo, que
salvaron algunos padres. El terror fue tan brutal, que algunas señoras
que conocieron a Benaiges, hace 5 o 6 años no quisieron que yo las
grabara para evitar represalias. Todavía tenían mucho miedo...
¿Hay material sobre el tema en los
archivos?
Lo hay. Pero la información oficial
que encontramos en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares
todos sabemos que no es verdad. En el expediente de Benaiges pone que se le
separó de su servicio por su actitud antipatriótica y antisocial, y eso
nosotros con la investigación que hemos hecho lo hemos desmentido. Creo
que hemos conseguido restituir su memoria. A Benaiges incluso le retiraron
la plaza de maestro cuando ya estaba muerto... Le ensuciaron la memoria.
Los niños de
Bañuelos enviaban cuadernillos a Bélgica, a Mallorca, o a Vilafranca. Y eso les
hacía sentir muy importantes...
¿Quién era Antoni Benaiges?
Era un enamorado. La suya es una
historia de amor hacia la escuela y hacia la educación, una educación entendida
como herramienta de emancipación, una enseñanza que enseñaba a soñar, a viajar
más lejos. Y lo hacía, en un pueblo sin luz y sin agua corriente, por medio de
una imprenta, con la que los niños mismos editaban unos cuadernillos, y con la
ayuda de un servicio de correos que permitía que las historias volaran. Los
niños de Bañuelos enviaban cuadernillos a Bélgica, a Mallorca, o a Vilafranca.
Y eso les hacía sentir muy importantes... Los niños, con la imprenta, tenían
una herramienta para explicar sus historias, sus miedos y sus sueños. Sus
historias las conocemos porque fueron impresas. Si no, no nos hubieran llegado
nunca. Y eso, en un pueblo en que la mayor parte de la gente sabía de números,
pero nada de letras.
¿Cómo era la escuela rural de
Bañuelos, en los años 1930?
La fotografía que hay en la entrada
de la exposición explica muy bien el tipo de escuela que hacía Benaiges, porque
casi no se ve dónde está el maestro, queda camuflado entre los
chiquillos... He visto muchas otras fotografías de escuelas, pero ninguna otra
es como esta. En todas el maestro estaba en el centro, o al lado, con la
bandera republicana...
Hombres como
Benaiges eran las luces de la República, y las luces de la República tenían que
llegar a los últimos rincones del Estado, a los lugares más tradicionales,
más retrasados....
No debió serle fácil adaptarse al
pueblo...
El maestro Benaiges era un auténtico
extraterrestre. Llegó a Bañuelos de Bureba con un gramófono y una imprenta. Con
los niños de la escuela recogieron las canciones y la fauna de la zona... Y
publicaron algunos cuadernillos sobre el tema. Y lo que publicaban lo
compartían con otras escuelas. Era una forma de empoderar a los niños en unos
pueblos en que las relaciones eran muy duras, porque la vida era también muy y
muy dura... Benaiges estuvo dos años en Bañuelos. Te das cuenta de que
hombres como Benaiges eran las luces de la República, y las luces de la
República tenían que llegar a los últimos rincones del Estado,a los lugares más
tradicionales, más retrasados... Bañuelos es un pueblo en que la iglesia está
más arriba que la escuela, donde lo domina todo... Y Benaiges y los maestros
como él intentaban educar a los niños con libertad. Quizás si hubiera habido
dos generaciones de maestros así, la derecha no habría conseguido
culminar su plan.
¿La gente de la zona aceptó bien
a Benaiges?
Benaiges, mientras estuvo en
Bañuelos, tuvo una vida muy dura. Recibía visitas de la Guardia Civil, fue
denunciado por algunos padres y por la gente de orden del pueblo... Y eso tiene
su punto más álgido cuando es detenido el 19 de julio, y el 25 es asesinado. Lo
sabemos por un vecino del pueblo que también fue detenido también y que huyó y
se pasó a la zona republicana. Él indicó cuándo habían asesinado a
Benaiges y dónde estaba enterrado, en los Montes de la Pedraja. Pero
oficialmente no constaba nada.
El mar es la
perla. Es la libertad, la transparencia, el sueño... Todo lo que te tiene que
dar la escuela
Benaiges prometió a sus alumnos que
les llevaría a ver el mar. ¿Porque situar esta anécdota en un punto central de
esta exposición?
Porque el mar es la perla. Es la
libertad, la transparencia, el sueño... Todo lo que te tiene que dar la
escuela. Toda escuela tendría que prometer el mar, te tendría que prometer el
futuro, te tendría que prometer llegar más allá, te tendría que garantizar
salir de los muros que te rodean... El mar era la promesa central de
Benaiges. Y este es el motivo por el que estamos ahora en el Museu
Marítim. El antiguo director del Marítim, Roger Marcet, cuando oyó esta
historia, decidió llevar la exposición al Marítim, aunque ellos no habían
trabajado el tema de la memoria.
La promesa del maestro no se hizo
realidad...
Benaiges debió tener un gran
entusiasmo para que se le ocurriera una idea tan loca como coger el tren y
hacer un viaje de 3 días para ir con los niños a ver el mar.
Probablemente, la historia de Benaiges sin el cuadernillo sore el mar, que
hicieron los alumnos de Bañuelos, no hubiera sido igual, porque es pura poesía.
Pero el viaje no se hizo realidad, porque a Benaiges lo mataron cuando estaba
preparando el viaje.
Benaiges
prometió a los niños el mar, un mar que era la libertad. Ahora mismo el mar no
es la libertad sino una fosa
¿Y
a la larga, el sueño de Benaiges se ha cumplido?
Benaiges prometió a los niños el
mar, un mar que era la libertad. Ahora mismo el mar no es la libertad sino una
fosa. Y ahora, como en 1936, los fascistas quieren controlar la educación: en
México matan a los maestros y aquí todavía los persiguen. Todavía hay muchas
historias escondidas y mucha injusticia por destapar.
Las represalias continuaron tras
la muerte de Benaiges...
La mecánica de la represión
continuó e incluso le sacaron su plaza de maestro post
mortem, mientras constaba como "desaparecido". Ensuciaron su
memoria...
En Bañuelos no
querían tener problemas con las autoridades. Y la memoria es un problema
¿En Bañuelos se han interesado por el personaje?
En Bañuelos se proyectó el
documental sobre Benaiges en 2013 o 2014. Y hubo reacción: mucha gente quería
saber más de la historia del maestro. Y en el pueblo se dieron cuenta de que
tenían una joya que no conocían: la vieja escuela abandonada, que
conservaba los pupitres y todo. Cuando salió el libro, la rehabilitaron, y
ahora es un espacio recuperado... Pero allí, en esa zona, manda quien manda...
No veían el tema de memoria como nada necesario, sino todo lo contrario.
Había gente a la que no le gustaba que se relacionara a Bañuelos con la
memoria. Se reivindicaba la escuela para hacer un museo pedagógico, un homenaje
al maestro de la gente de la zona, y nada más. Yo me descolgué de
este proyecto, porque tenía intenciones muy diferentes a lo que a mí me
interesaba. No nos entendíamos. En Bañuelos no querían tener problemas con las
autoridades. Y la memoria es un problema.
Usted trabaja con la fotografía. Es
curioso que en esta exposición, aunque la fotografía ocupa un lugar clave,
no tenga más protagonismo...
En todo este proyecto, el objetivo
primero era difundir la idea... Queríamos que la historia de la vida de
Benaiges llegara a la gente, sea por una fotografía, por un documental,
por un ensayo, por una novela... Y el proyecto ha involucrado a mucha
gente. Esto ha sido un trabajo cooperativo, como el que hacían en las escuelas
Freinet con sus libretos... Al final para desenterrar la historia de
Benaiges ha colaborado mucha gente...
La felicidad
de los niños es innata. Y pueden ser felices en un lugar donde hubo una
tragedia por un bombardeo de la aviación italiana...
¿Qué proyectos de futuro tiene entre
manos?
Hace poco empecé un trabajo de
memoria histórica de la plaza Sant Felip Neri... Tiene alguna relación con la
investigación sobre Benaiges: la escuela Freinet de Barcelona funcionó de
1937 a 1938 a la Bonanova, y tenía niños refugiados. Usaban cuadernillos como
los que usaba Benaiges, y en ellos los niños explicaban las excursiones, la
guerra... Yo llevo a mis hijos a Sant Felip Neri, y tengo muchas fotografías de
niños felices en Sant Felip Neri. Y he hecho una especie de díptico...
Quería poner una cosa al lado de la otra. Con un mensaje: la vida se impone.
Dentro de la memoria quería construir una historia positiva. Los niños tienen
derechos a ser felices. La felicidad de los niños es innata. Y pueden ser
felices en un lugar donde hubo una tragedia por un bombardeo de la
aviación italiana... Pero no tenemos que olvidar qué pasó, porqué esta
pared está rota...
¿Y ha acabado con Benaiges?
No, sigo trabajando sobre él. Ahora
estoy haciendo un cómic sobre su persona.