dijous, 9 de gener del 2025

Ruiz de Alda fora del nomenclator de la ciutat de Barcelona


Ara que es vol conmemorar que fa 50 anys va morir el dictador al llit.

-Seria possible que es revisessin els nomenclàtors oficials de les ciutats on encara s'amaguen els homenatjats pel franquisme i la Falange?


-Per què a 700 metres del Fossar de la Pedrera, on reposa el president Companys i altres assassinats pel règim genocida de Franco trobem un carrer que homenatja un dels tres fundadors de Falange española, Julio Ruiz de Alda? Un feixista "camisa vieja" que organitzà el partit milícia paramilitar que més assassinà i torturà a les rereguardes.


Som l'any 2025 i la Llei de memòria històrica encara no ha passat pel districte Sants-Montjuïc. Per justícia democràtica aquest vial hauria de canviar de nom. Altres municipis com Amposta ja ho van 
fer l'any 2017, on el carrer Ruiz de Alda passà a dir-se Ramon Salas, arquitecte català, que va ser autor del disseny de l’edifici de les Escoles Miquel Granell, i que actualment és la seu del Museu Terres de l’Ebre.


Ruiz de Alda fou uns dels principals líders que organitzà el feixisme espanyol i recolzà el terror feixista contra els seus opositors polítics i la guerra per derrocar el govern de la 2a República per implantar un règim totalitari.




A més Ruiz de Alda va escriure l'epíleg al llibre "El fascismo" de Mussolini.


Al juny de 1936 escrivia: "Justificación de la violencia"

"¡Bien haya esta violencia, esta guerra, en la que no sólo defendemos la existencia de la Falange, ganada a precio de las mejores vidas, sino la existencia misma de España, asaltada por sus enemigos!"

I per últim, la seva relació amb l'Antoni Benaiges, el mestre que va prometre el mar és que el falangista Ruiz de Alda va ser un dels principals oradors durant el míting celebrat el 29 de desembre a Briviesca. Juntament amb aquells que assassinaren a Benaiges.  

 







Enterrament de Ruiz de Alda








divendres, 3 de gener del 2025

90 aniversario de la publicación del primer número de Gestos

Este mes de enero de 2025 el primer trabajo publicado por la cooperativa de imprenta escolar de la Escuela de Bañuelos de Bureba, Burgos, cumple 90 años. El "GESTOS" número 1 vió la luz en enero de 1935. Pero el "GESTOS" 1 es el cuaderno perdido.

Portada del cuaderno "GESTOS" número 1 consevado por la familia Benaiges.

Sabemos de como era la portada gracias a la familia del maestro Antoni Benaiges, que al ser dos de sus sobrinos, Elisa i Jaume, suscriptores, recibieron una copia de todos los trabajos publicados por aquella escuela.

Lamentablemente del número 1 solo se conserva su portada, el resto se haya perdido. Se trata del primer cuaderno y es el único que no nos ha llegado en su totalidad. 

Por una carta de un niño de Plana Rodona publicada en el "GESTOS" número 3 se sabe que el "GESTOS" 1 llegó a la Escuela de Plana Rodona en el municipio de Olérdola. 

La carta publicada decía: "Hoy hemos recibido dos cuadenos vuestros. Dos. Uno que lleva la fecha del mes de enero y otro, el segundo, que la lleva del mes de abril. [...] Llevan el nombre de "GESTOS"."  En Plana Rodona ejercía el maestro freinetiano Ramón Costa Jou, Ramón había estudiado en la escuela normal de Barcelona junto con Antoni, eran maestros fetistas, freinetianos y amigos. 

El archivero de la "Diputació de Barcelona" que gestiona el archivo de Olérdola es el compañero Albert Taulé. A partir de un correo electrónico que nos cruzamos y en el que le solicitaba datos sobre el número 1 se dió el comienzo de una amistad y de un equipo de trabajo en la pesquisa de los maestros republicanos seguidores de Celestine y Elise Freinet.

En 2010 junto con Albert, en Olérdola, hicimos llamamientos para encontrar aquel primer número, primero en la radio municipal, luego en la revista de aquel municipio, visitamos a uno exalumnos que había escrito aquella carta e incluso, un día, subí al desván, un falso techo, de la vieja escuela por si quedaba alguna caja que nos esperaba 75 años después. Pero allí no había nada del pasado freinetista de aquella escuela. No encontramos lo que buscamos, pero sí llegamos a otros cuadernos de época, más de 12 cuadernos freinetistas conservados en una casa particular.

El asesinato del maestro, el fuego falangista, la depuración que vivió la escuela de Benaiges o el terror de ser relacionado con el maestro hizo que muchas familias de Bañuelos se deshicieran de ellos, a esta desaparición de estos trabajos se añadió el forzoso exilio de los miembros de la Cooperativa de la imprenta en la escuela y los ejemplares intercambiados entre escuelas se extraviaron para siempre. 

Objetos de las filmaciones de la película "El maestro que prometió el mar". Mura. 2022.

Por suerte el fuego y el terror no pudieron con todo y unas manos infantiles, la del niño Jesús Carranza, salvaron del fuego, en la plazuela frente a la escuelas, los trabajos manuscritos previos a aquel número 1. Una auténtica maravilla previa al cuaderno

Este documento es un conjunto de cuartillas manuscritas encuadernadas. Se encuadernaron rudimentariamente, ya que fueron cosidas y no tienen ni cubierta, ni lomo, ni contracubierta, pero gracias a ese trabajo de encuadernación, el volumen se ha conservado en su conjunto hasta hoy. Además si observamos los laterales se puede ver que aquel volumen pasó, como me explicó Jesús Carranza, en 2010, por el fuego "depurador" de los falangistas. 

Se trata de unas setenta cuartillas manuscritas escritas entre  septiembre y diciembre de 1934. Los temas tratados son diversos: El invierno, Cartas de presentación a los alumnos de Vilanova y presentación de su futura publicación "GESTOS", Briviesca, el gramófono, Dibujar el pueblo, El juego de los pollos, La excursión a Carrias, Los mozos... para cada unos de los temas tratados son varios los alumnos que participan de las redacciones y estos temas nos avanzan que aquellos temas fueron los que debió publicar el cuaderno perdido el "GESTOS" número 1. 


Jesús Carranza, sostiene los manuscritos encuadernados. Bañuelos de Bureba. 2010.

Jesús Carranza, sostiene los manuscritos encuadernados y que él mismo salvó del fuego. Bañuelos de Bureba. 2010.

Todavía se observa que aquel volumen manuscrito pasó por el fuego. Bañuelos de Bureba. 2010.

Del  cuaderno "GESTOS" se publicaron seis números en aquellos prolíficos dos cursos. Tres cuadernos, hechos por los más pequeños y trabajados con tipografías mayores, que llamaron "RECREO" y luego cuatro cuadernos monográficos: "El mar", "El Retratista", "Sueños" y "Folklore burgalés".

Los trece cuadernos publicados por aquella escuela han sido un material indispensable para poder reparar su olvido. Olvido que sumado a su previo asesinato, suman la gran injusticia cometida contra el maestro Antoni Benaiges. Los falangistas lo asesinaron y luego la maquinaria del terror y de la depuración se ocuparon del resto, acabar con su memoria para que el maestro fuese olvidado.

Estos trabajos cooperativos hechos por los niños y niñas de Bañuelos nos han permitido poder entrar al día a día de aquella experiencia pedagógica de los años 30 y desenterrar la memoria de Benaiges. Hacer las exposiciones, los ensayos, las novelas, las ficciones como la película y el cómic o incluso marcar el guión del documental, cuando, en 2011, la mayoria de los exalumnos ya habían muerto o bien estaban perdiendo la memoria. Gracias a las redacciones de los propios alumnos podíamos refrescarles la memoria mostrandole sus escritos publicados. En algunos casos descubrimos que fue la propia demencia senil la que relajó ciertas prohibiciones marcadas durante más de 75 años, como aquella de no hablar del maestro Benaiges y por fin rompieron el silencio impuesto por el miedo. 

El cuaderno titulado "El Mar. Visión de unos niños que no lo habían visto nunca" hacía de esta historia una historia única, emotiva, triste pero bella, redonda; ya que conocíamos por el cuadernillo lo que debía pasar, ver por primera vez el mar y por mi paso por la fosa de la Pedraja sabía del testimonio de Bañuelos diciendo "Aquí está enterrado el maestro de mi pueblo", el final de su promesa y del fuego que devoraría su escuela.

Los doce cuadernillos, más la portada del GESTOS número 1 que ha conservado la familia Benaiges.


La familia Benaiges conservaba los cuadernos en esta caja. Entre todos los cuadernos publicados en aquellos dos cursos 1934-35 y 1935-36 había un cuaderno que por su poesía y originalidad brillaba más que el resto. El Mar. Además aquel cuaderno escondía una promesa hecha en invieno de 1936. Conocer por primera vez el mar.  Mont-roig del Camp. 2010.


Grabado de Emerenciana, Gestos, número 3.

"¡Al fin!... Transcribo la nota de mis memorias: “Buen día. Hoy nos ha llegado la imprenta. Mientras abría la caja, hubo expectación entre los niños. ¡Qué será! También yo siento cierta impaciencia. Y gozo. Al fin aparece. La miramos, la tocamos. Comienzo a poner los tipos en el tablero. Pronto quieren hacerlo todos. Desorden. Trato de imponerme. ¿Pero por qué turbar un momento tan lleno de vida? Además, la culpa era mía. Renace la calma. Al terminar la clase todo ha quedado debidamente distribuido. Mañana arreglaré la prensa y haremos algunas pruebas. Y enseguida el periódico. Le llamaremos “Gestos”. Gesto es carácter. Expresión libre. Matiz. Vida. Atributos todos de la Escuela. [...] Nuestro periódico “Gestos”, tiene 24 páginas y sale cada tres meses. Sin hacer de ello rigidez que nos obligue. El periódico no es un fin. Es un resultado. El no publicar más que un número cada tres meses permite las 24 páginas y un mayor esmero, con lo cual entiendo que el periódico gana en categoría, es más económico y hace que en la perspectiva educativa asome más intensa la emoción. [...] El trabajo está corregido, dispuesto para la imprenta. Dos niños -uno de ellos casi siempre el autor- lo componen. Yo me asomo a menudo, pues lo permite el tener la imprenta en la misma sala de clase. Hago observaciones. Compuesto el trabajo y hecho el cliché se imprime todo. La impresión la hago yo. Es delicado. Además, en nada desmerece el trabajo del niño. Los primeros momentos de la impresión despiertan siempre júbilo. La impresión es la síntesis del proceso educativo. Los niños se ven allí, en la hoja, reflejados. Sus andanzas, sus pensamientos, sus explosiones aparecen esculpidas para hacerse universales. Es la dignidad en forma de orgullo que vibra los ámbitos."

Antoni Benaiges




Jueves, 27 de septiembre 1934


Una carta

Nosotros tenemos que hacer un

peridico llamado Gestos

y el señor Maestro traer

la imprenta y un gramofono

para entre tener nos mejor

primero lo hace el y después

nosotros en Villanueva y la Geltrú

van a hace los niños

dos periódicos llamados L´afany

y llavor.



SANTOS GARCIA





Jueves, 27 de septiembre 1934

A Villanueva y La Geltrú

(Barcelona)


Queridas niñas, en Bañuelos de Bu-

reba esta el Maestro que de buestro

pueblo ha marchado por que él

nos ha dicho nos ha dicho también

que vosotros tenéis una la imprenta y que todos los dias

haceis dos periodicos, pues nosotros tambien

esperamos la imprenta estos dias.

Pues cuando la tengamos os mandaremos

nuestro periodico y bosotros

nos mandereis el vuestro el nuestro

periodico le pondremos el nombre de

“Gestos”.

En este pueblo solamente hay cuarenta y dos vecinos

y una ds Escuela de niños y niñas.

Esperamo que nos contesteis.



Felisa Viadas

Felisa Viadas. Zaragoza, 2012.


Jesús Carranza, Briviesca. 2010.

¿CÓMO SE CONFECCIONABAN LOS CUADERNOS?

En los cuadernos participaba toda la clase para hacer de cronistas de su mundo: una fuerte nevada, la llegada de unos gitanos, el descubrimiento del gramófono que les había traído el maestro o la visita de un retratista. También hablaban de su vida, expresando sus miedos, deseos, anhelos… 

Cada alumno escribía un texto relacionado con un tema concreto o de temática libre. Después de leerlos, la asamblea escogía los escritos y éstos se preparaban para ser impresos. Se copiaban uno a uno en la pizarra y de forma conjunta se corregía la sintaxis y la ortografía. Luego se componían sobre la prensa. 

Para redondear el trabajo era necesario ilustrar los textos. Si hablaban de la nevada, se hacían dibujos del pueblo nevado y de nuevo la asamblea escogía uno, que del papel terminaba en el linóleo. Gracias a las gubias se realizaba el grabado que se unía al texto compuesto y, cuando se imprimía, se creaba una página del cuaderno de vida que se distribuiría entre alumnos, personas suscriptoras y, escuelas de otras poblaciones a partir del intercambio de cuadernos.







dilluns, 30 de desembre del 2024

Josep Civit, El mestre que va prometre la llibertat.

Feliç de ser espurna per a l'execució d'aquests treball de memòria. Endavant!  Mercès per tant Magda!

SB


Josep Civit, El mestre que va prometre la llibertat.

Jordi Badia i Pujol


https://www.vilaweb.cat/noticies/mestre-prometre-llibertat-albor/

Any 1937. Súria (Bages). A l’aula Joaquim Costa de les escoles nacionals hi trobem una cinquantena d’alumnes –tots nens– amb un sol mestre, disposat a aplicar els nous mètodes d’ensenyament, com ara les tècniques divulgades per Célestin Freinet.

ALBOR, quadern del Grup escola Francesc Macià

I dit i fet. Al començament del curs 1937-1938, aquell mestre, Josep Civit, exposa una idea a la classe: cada mes publicaran una revista redactada, compaginada i impresa per ells mateixos. Es deia Albor i se’n van editar dotze números, del juny del 1937 al juny del 1938. La classe de Civit és la dels nens, però en l’elaboració de la revista també hi participa la de les nenes, a càrrec de Josefina Estrada.

De tot això, en parla el llibre Albor. La veu dels nens i nenes de Súria en el temps de la guerra (Ajuntament de Súria, 2024). L’autora, Magda Esquius i Ros (Súria, 1954), és mestra i psicopedagoga vocacional, amb més de quaranta anys d’experiència a primària i a secundària, a les aules i en equips directius i pedagògics.

L’any 2022 Esquius visità a Súria l’exposició “Antoni Benaiges, el mestre que va prometre el mar”, que tracta d’una història prou coneguda perquè després se’n va fer un film. El comissari de la mostra, Sergi Bernal, va oferir als assistents una visita guiada que va impressionar fondament Esquius. Ella sabia que a Súria, durant la guerra de 1936-1939, també s’havia fet una revista com la de Benaiges, i ho sabia tan bé perquè en tenia tots els exemplars fotocopiats i desats en una carpeta. Aquesta visita fou l’espurna del procés d’elaboració del llibre.



La vida inesborrable d’Antoni Benaiges (Mail Obert de Núria Cadenes)

Un llibre de vida exhaustiu, rigorós i amè.

De les 342 pàgines del volum, gairebé 150 són ocupades per la reproducció en facsímil de tots els exemplars de l’Albor. Però hi ha molt més. Esquius es va proposar de reconstruir tota una època: els anys trenta del segle XX a Súria i, per extensió, a tot Catalunya. I per això va fer una recerca completa, exhaustiva, sense deixar racons inexplorats. I ens dibuixa una vila que en vint anys creix molt a causa de l’oferta de feina de les mines de potassa: de 2.000 habitants a 4.000, una quarta part dels quals són nens i joves en edat escolar. Per això és tan necessària l’ampliació de les escoles nacionals, inaugurada el 1932 pel president Francesc Macià i el conseller de Cultura, Ventura Gassol.

El conseller Ventura Gassol en la inauguració de l’ampliació de l’escola pública de Súria, el 19 de juny de 1932. Al seu costat, d’esquena, el president Francesc Macià (fotografia: Arxiu Nacional de Catalunya).

També ens parla dels moviments pedagògics innovadors dels anys trenta, d’aquells nous aires que haurien pogut portar una transformació social profunda. Esquius no tan sols hi aboca els seus coneixements, sinó que va fer entrevistes a alumnes supervivents, va recercar en arxius públics i privats per recuperar documents i fotografies de l’època, va saber trobar exemples de més revistes fetes a partir de la metodologia Freinet i, especialment, va fer una anàlisi detallada dels texts de l’Albor –de tots els punts de vista (de contingut, de llengua, d’imatge…). Podria ésser un llibre de dades, però no: és un llibre de vida, perquè l’autora ha sabut posar-se a la pell dels altres, ha sabut imaginar-se aquelles aules, aquella època, la força i l’alegria dels nens i joves, les penúries i esperances d’aquella societat, el drama de la guerra… I la por –la immensa por– de la postguerra, una por que ella va poder constatar en la seva mare, font i impuls d’aquesta recerca.

Josep Civit


Josep Civit i Vallverdú va néixer a l’Espluga Calba (Garrigues) el 1895. Vivia en una família humil –el pare, baster i la mare, mestressa de casa– i, a desgrat d’això, tant ell com el seu germà Deogràcies van estudiar: ell, magisteri; el germà, belles arts. El 1913 Josep Civit s’estrena de mestre al seu poble i els anys següents obté plaça en uns quants municipis, fins que arriba a Súria.

És un home culte, gran lector, d’esquerres. Passats els anys, els seus alumnes el recorden com un bon professional, seriós, estricte i puntual, que donava confiança i alhora es feia respectar. És professionalment inquiet, d’idees avançades i compromès amb la República.

Josep Civit i Vallverdú (fotografia: Arxiu Nacional de Catalunya).

A Súria, s’encarrega de l’aula dels nois grans (de 7-8 anys a 14-15). Hi introdueix mètodes participatius, com ara el repartiment dels nois en tres “juntes”: la que coordina la revista Albor; la junta d’esbarjo, que podia fer propostes d’excursions; i la de rereguarda infantil, per a ajudar els refugiats i els hospitals amb petites aportacions.

Un poema com a prova acusatòria


Compromès amb el bàndol republicà durant la guerra de 1936-1939, el mestre Civit va impulsar i coordinar una festa popular dedicada a l’exèrcit, amb motiu de la victòria en la batalla de Terol. El febrer del 1938 es va organitzar una festa “en homenatge a l’Exèrcit Popular Regular”, en què els alumnes de les escoles van recitar poemes i van cantar cançons. El mestre Josep Civit hi va pronunciar una conferència.


Programa de l’acte d’homenatge a l’exèrcit republicà espanyol, el 4 de febrer de 1938 a Súria (imatge: Arxiu Militar 3r de Barcelona).

Una noia de tretze anys, Teresa Ros i Castellà, hi va recitar el poema “Loor al pueblo español”, que parlava de l’honor i glòria dels soldats, de pits invictes, de lluita heroica… I també del jou feixista, del caos i la sang que havia causat Franco i de la ràbia i l’instint salvatge que movia els invasors.

Amb l’arribada dels franquistes, el 20 de febrer de 1939, Josep Civit fou denunciat per un company, amb acusacions com ara haver tractat de feixistes alguns mestres, haver desterrat el castellà de l’escola, haver editat una revista en què els alumnes publicaven texts totalment lliures i haver obligat una nena a recitar públicament un poema que insultava Franco.

De seguida el van detenir i jutjar en consell de guerra. El poema esmentat fou una prova incriminatòria i Teresa Ros fou citada a declarar.

Josep Civit va ser condemnat a vint anys de presó i inhabilitat com a mestre. El 1941 pogué sortir de la presó en llibertat condicional, però sense poder fer classes en escoles públiques pràcticament mai més. Així i tot, mantingué la professió en l’àmbit privat i fins va crear una acadèmia a Barcelona. La rehabilitació li arribà el 1963, quan ja tenia seixanta-vuit anys, dos anys abans de jubilar-se. Civit va morir el 1976.

L’Albor


De la revista Albor se’n van editar dotze números, però, a causa de l’escassetat de paper, alguns van ser dobles, de manera que tan sols n’hi ha nou quaderns.

Hi escriuen nens de totes les edats, nascuts entre el 1923 i el 1930. En total, hi ha 96 il·lustracions i 205 texts, la immensa majoria (194) escrits en català, amb una expressió rica i acurada. La meitat dels escrits ens parlen d’experiències personals, de pensaments, d’il·lusions…: hi ha qui explica una excursió, hi ha qui parla de les vacances en temps de guerra i hi ha qui es plany de no poder menjar xocolata. Hi ha escrits colpidors, com aquest, de Pepita Canudas:

Que trista està la nostra masia des de dilluns passat, jorn malaurat, en què finà la meva aimadíssima mareta. Abans tan alegre i avui tan quieta que sembla talment que no hi hagi ningú, que tot plori…! Ningú parla, tot és silenci, dol i tristor…!

Quan arribo del col·legi, al no trobar a casa, a la nostra masia, la meva estimada mare, sento una pena tan gran, tan gran, que no faria altra cosa més que plorar…!


Redacció de Pepita Canudas a la revista Albor núm. 4, de l’octubre del 1937, quan tenia dotze anys acabats de fer (imatge: ‘Albor. La veu dels nens i nenes de Súria en el temps de la guerra’).

L’elaboració de l’Albor permet als nens de familiaritzar-se amb conceptes gràfics com la tipografia, la composició, la maquetació, etc. i unir-los amb el text, en una experiència educativa que esdevé un vehicle socialitzador i comunicatiu. La producció creativa i cooperativa és un dels principis bàsics de la proposta de Freinet.

Magda Esquius i Teresa Ros: es tanca el cercle


I ara tornem a la gènesi del llibre. En l’exposició del 2022 a Súria, a Esquius li van venir al pensament les fotocòpies de l’Albor que tenia en una carpeta. Els havia trobats feia dos anys, quan es va morir la seva mare, Teresa Ros i Castellà. Anys abans de morir-se, la mare li va explicar que el 1938 havia recitat un poema en una festa d’homenatge a l’exèrcit republicà. No el tenia escrit enlloc, aquell poema, però, setanta anys després d’haver-lo recitat davant el mestre Civit i tots els nens de Súria, encara el sabia de memòria. Durant aquells setanta anys no n’havia dit res a ningú. La por és això, com explica magistralment la mestra Magda Esquius en l’epíleg d’aquest llibre, un llibre que és un homenatge múltiple: a la mare, a la vila, al país, a la llengua i, sobretot, a la seva passió, l’educació.

I per cloure el cercle de tota la història, un detall, també explicat en l’epíleg: l’any 1975, quan Magda Esquius i Ros tenia vint anys i s’acabava d’estrenar de mestra, es va inscriure a un curs de tècniques Freinet, sense saber ben bé què era. En arribar a casa, entusiasmada, en va parlar amb la seva mare. La resposta de Teresa Ros va sorprendre la seva filla: “Això ja ho fèiem a l’escola en temps de la guerra!”

L’Albor és un símbol d’una època dura, de penúries i tragèdies. Però també d’inquietuds, esforç, renovació i feina ben feta, amb docents que creuen en allò que fan, en una societat que vol avançar i créixer. Així eren als anys trenta en aquesta societat coratjosa i esperançada: l’albor d’una època nova que el feixisme va ennegrir.


Portada del llibre.

dissabte, 28 de desembre del 2024

Crítica: El mestre i el mar

Aquí està enterrat el meu mestre
Publicat el: 23 de desembre de 2024
Per: Ramon Oliver




[CAT]

Tot va començar un dia d’agost de l’any 2010, mentre s’estava practicant l’exhumació d’una fossa comuna situada a la burgalessa localitat de La Pedraja. És curiós: de vegades resulta més fàcil tenir noticies del que passava en un determinat territori fa cent-quaranta-quatre milions d’anys, que de les barbàries assassines que van tenir com a escenari aquest mateix lloc fa encara no noranta anys de res. I aquest és el cas de La Pedraja. La intensa activitat que els dinosaures realitzaven per aquests indrets en altres molt llunyans temps, està d’allò més ben documentada .Però en canvi, conèixer la identitat dels cent-quaranta cadàvers republicans enterrats en aquella fossa damunt de la qual s’havia instal·lat durant dècades el més absolut dels silencies, constituïa ( i segueix constituint encara ara) una gesta gairebé impossible d’assolir, donat el mal estat en el qual es trobaven aquelles cossos que havien estat condemnats a la llei de l’oblit.

Però el cas és que aquell dia d’agost , un dels testimonis de l’exhumació, un home que per edat era encara una criatura quan va esclatar la Guerra Civil, va deixar anar les paraules que es troben a l’origen no solament d’aquest espectacle , sinó també d’aquell altre ben notable que van crear Xavier Bobés i Alberto Conejero amb el títol de “El mar: visió d’uns nens que no l’han vist mai”. I de la pel·lícula “El maestro que prometió el mar”, en la qual Enric Auquer interpretava el mestre que havia fet aquella promesa als seus alumnes, i que els havia convidat a escriure el grapat de redaccions sobre el mar recollit en una revista escolar editada pels mateixos alumnes, gràcies a la rudimentària impremta amb la qual carregava el mestre. I també de l’exposició “Antoni Benaiges, el mestre que va prometre el mar”, vista l’estiu del 2018 al Museu Marítim de Barcelona. Mentre sortien a la llum les primeres restes mortals exhumades, aquell testimoni va dir “Aquí està enterrat el mestre del meu poble”. I aquestes paraules, i el fet de saber que es tractava d’un mestre català que havia acabat recalant en aquell llunyà territori i fent una promesa impossible de complir , un cop les forces locals del Alzamiento Nacional van acabar amb la seva vida el 25 de juliol de 1936,van portar l’escriptor i documentalista Sergi Bernal a convertir la difusió de la història de Benaiges en una veritable obsessió personal.

Va ser també mitjançant Bernal ( a qui defineix com “un col·lega del barri”) que Eu Manzanares va sentir a parlar per primer cop d’aquell “jove mestre català que l’any 1934 va arribar a un poblet rural de la província de Burgos, duent-los aires de lliure pensament”. Uns aires que, evidentment, no tothom va rebre amb el mateix entusiasme demostrat per uns alumnes als quals, el mestre, els hi estava descobrint quelcom més que la visió imaginària d’aquell mar que mai encara havien vist a la realitat. I ja des d’aquell primer contacte amb Benaiges, Eu va quedar convençuda que algun dia li dedicaria una obra teatral al mestre i als seus alumnes. Un desig que es va materialitzar el 2020.

Però que, per aquelles casualitat que té la vida ,no ha pogut ser escenificat fins quatre anys més tard, quan ja havien estat estrenats la pel·lícula i l’espectacle als quals em referia abans. Quelcom que, en qualsevol cas, no suposa cap obstacle, donada la diferent perspectiva que ofereixen les tres propostes. Tot i que , a nivell narratiu, el text de Manzanares es trobi una mica més proper al film de Patricia Font que al muntatge de Bobés i Conejero, perquè en tots dos casos és la neta d’un d’aquells alumnes, la que ens fa una mica de guia, per tal de recórrer la distància temporal que separa l’obertura de la fossa comuna, dels esdeveniments anteriors a la seva tràgica obertura. I també en tots dos casos, el recorregut es realitza desenvolupant a partir de la brutal realitat la pura ficció , encara que aquesta ficció de ben segur presenti insospitats paral·lelismes amb uns esdeveniments que, a nivell local i familiar, sovint han quedat devorats per tants anys de silenci imposat.

Manzanares li dona forma a la seva proposta comptant amb els joves integrants de la companyia Mar Vivir; una formació que, malgrat presentar encara certs desnivells, es lliura amb ganes a la difícil tasca de donar-li vida a un grapat de personatges que es mouen per generacions i èpoques ben distants. I la dramatúrgia de l’espectacle troba una bona solució per tal de visualitzar aquests constants salts, mitjançant un recurs tan aparentment simple com efectiu. Els intèrprets , més enllà dels trets diferencials que els hi atorguen als personatges a partir dels seus recursos interpretatius, es canvien de samarreta cada cop que muden de pell, deixant així sempre a la vista el nom del personatge al qual ara donen vida, i evitant que cap membre del públic es despisti.

El públic, per cert, seu a banda i banda del cercle al voltant del qual es mouen i canvien de personalitat els intèrprets, mentre caminen damunt un sòl que sembla evocar també la terra remoguda de unes fosses comunes que, quan s’acaben obrint, poden acabar obrint també la caixa de Pandora d’uns secrets que han restat alhora llargament sepultats. Però sovint queda demostrat que , en realitat ,el que ens ha de fer por no és pas obrir la caixa, sinó deixar-la enterrada per sempre més ,enterrant també així qualsevol esperança de reconstrucció del passat que ajudi a donar-li al futur una nova perspectiva. Manzanares , enlloc de centrar-se en el senyor mestre, el tracta com un personatge més d’un entramat col·lectiu que s’anirà desvetllant a mesura que el text vagi estirant el fil de les veritats ocultes i els distanciaments familiars aparentment insalvables. I vagi conformat així el grapat de drames individuals que s’integren a la tragèdia col·lectiva. Com deia abans, les històries inventades , encara que ho siguin, s’assemblen massa a aquella successió de terribles històries reals a les quals dóna origen un conflicte fratricida com el reflectit aquí i una repressió criminal com la patida pels seus supervivents, com per no considerar-les absolutament creïbles.

El text de Manzanares i la seva posada en escena realitzen una aportació molt positiva, a l’hora de recordar que hi ha llegats terribles que es transmeten de generació en generació i que segueixen deixant marques invisibles… fins i tot en les generacions que han deixat de tenir-los presents. Tot i així, el seu espectacle corre algun que altre perill , i resulta qüestionable en segons quins aspectes. El seu metratge s’allarga un xic massa, i la seva temperatura dramàtica corre el risc de quedar una mica diluïda també en el seu tram final, en gran mesura perquè es dilata excessivament l’arribada de les últimes revelacions destinades a tancar el cercle de les veritats destapades per la fossa. El mateix efectiu recurs del canvi de samarreta acaba resultant per moments mecànicament reiteratiu, ofegat per la seva repetició. I l’excés de banda sonora també repetitiva i, per moments, massa escorada a remarcar els efectes emotius que ja volen transmetre el text i la seva dramatúrgia, sembla necessitada de més moderació. També caldria potser limitar la gestualitat d’algun dels personatges , que acaba adquirint un no volgut efecte caricaturesc. Són en qualsevol cas problemes menors d’una molt vàlida proposta que serveix també per recordar-nos la quantitat de fosses comunes encara no obertes (potser no ho seran mai) que resten perdudes per la pell de brau. Dins d’elles reposen en l’anonimat personatges tan dignes de ser rescatats de l’oblit com el nostra mestre, però la memòria dels quals potser tampoc mai no gaudirà d’una oportunitat com aquesta que li ha acabat fent justícia al profe que va fer una promesa escapçada per l’horror.

Aquí está enterrado mi maestro

Todo empezó un día de agosto del 2010, mientras se estaba practicando la exhumación de una fosa común situada en la burgalesa localidad de La Pedraja. Es curioso: a veces resulta más fácil tener noticias de lo que ocurría en un determinado territorio hace ciento cuarenta y cuatro millones de años, que de las barbarias asesinas que tuvieron como escenario este mismo sitio hace aún no noventa años de nada. Y éste es el caso de La Pedraja. La intensa actividad que los dinosaurios realizaban por estos lugares en otros muy lejanos tiempos, está muy bien documentada. Pero en cambio, conocer la identidad de los ciento cuarenta cadáveres republicanos enterrados en aquella fosa sobre la que se había instalado durante más el silencio, constituía (y sigue constituyendo todavía ahora) una hazaña casi imposible de alcanzar, dado el mal estado en el que se encontraban aquellos cuerpos que habían sido condenados a la ley del olvido.

Pero el caso es que ese día de agosto, uno de los testigos de la exhumación, un hombre que por edad era todavía una criatura cuando estalló la Guerra Civil, soltó las palabras que se encuentran en el origen no sólo de este espectáculo, sino también de aquel otro notable que crearon Xavier Bobés y Alberto Conejero con el título de “El mar: visión de unos niños que nunca lo han visto”. Y de la película “El maestro que prometió el mar”, en la que Enric Auquer interpretaba al maestro que había hecho aquella promesa a sus alumnos, y que les había invitado a escribir el puñado de redacciones sobre el mar recogido en una revista escolar editada por los propios alumnos, gracias a la rudimentaria imprenta con la que cargaba el maestro. Y también de la exposición “Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar”, vista el verano de 2018 en el Museu Marítim de Barcelona. Mientras salían a relucir los primeros restos mortales exhumados, aquel testigo dijo “Aquí está enterrado el maestro de mi pueblo”. Y estas palabras, y saber que se trataba de un maestro catalán que había acabado recalando en aquel lejano territorio y haciendo una promesa imposible de cumplir , una vez las fuerzas locales del Alzamiento Nacional acabaron con su vida el 25 de julio de 1936, llevaron al escritor y documentalista Sergi Bernal a convertir la difusión de la historia de Benaiges en una verdadera obsesión personal.

Fue también mediante Bernal (a quien define como “un colega del barrio”) que Eu Manzanares oyó hablar por primera vez de aquel “joven maestro catalán que en 1934 llegó a un pueblecito rural de la provincia de Burgos, llevándoles aires de libre pensamiento”. Unos aires que, evidentemente, no todos recibieron con el mismo entusiasmo demostrado por unos alumnos a los que, el maestro, les estaba descubriendo algo más que la visión imaginaria de aquel mar que nunca habían visto en la realidad. Y ya desde ese primer contacto con Benaiges, Eu quedó convencida de que algún día le dedicaría una obra teatral al maestro ya sus alumnos. Un deseo que se materializó en el 2020.

Pero que, por aquellas casualidad que tiene la vida, no ha podido ser escenificado hasta cuatro años más tarde, cuando ya habían sido estrenados la película y el espectáculo a los que antes me refería. Algo que, en cualquier caso, no supone ningún obstáculo, dada la diferente perspectiva que ofrecen las tres propuestas. Aunque, a nivel narrativo, el texto de Manzanares se encuentre un poco más cercano al filme de Patricia Font que al montaje de Bobés y Conejero, porque en ambos casos es la limpia de uno de esos alumnos, la que nos hace un poco de guía, con el fin de recorrer la distancia temporal que separa la apertura de la fosa común, de los eventos anteriores a su trágica apertura. Y también en ambos casos, el recorrido se realiza desarrollando a partir de la brutal realidad la pura ficción, aunque esta ficción seguro presente insospechados paralelismos con unos acontecimientos que, a nivel local y familiar, a menudo han quedado devorados por tantos años de silencio impuesto.

Manzanares le da forma a su propuesta contando con los jóvenes integrantes de la compañía Mar Vivir; una formación que, pese a presentar todavía ciertos desniveles, se entrega con ganas a la difícil tarea de darle vida a un puñado de personajes que se mueven por generaciones y épocas muy distantes. Y la dramaturgia del espectáculo encuentra una buena solución para visualizar estos constantes saltos mediante un recurso tan aparentemente simple como efectivo. Los intérpretes, más allá de los rasgos diferenciales que les otorgan a los personajes a partir de sus recursos interpretativos, se cambian de camiseta cada vez que mudan de piel, dejando así siempre a la vista el nombre del personaje al que ahora dan vida, y evitando que ningún miembro del público se despiste.

El público, por cierto, se sienta a ambos lados del círculo alrededor del cual se mueven y cambian de personalidad los intérpretes, mientras caminan sobre un suelo que parece evocar también la tierra removida de unas fosas comunes que, cuando acaban abriéndose, pueden acabar abriendo también la caja de Pandora de unos secretos que han permanecido a la vez largamente sepultados. Pero a menudo queda demostrado que, en realidad, lo que nos tiene que dar miedo no es abrir la caja, sino dejarla enterrada para siempre, enterrando también así cualquier esperanza de reconstrucción del pasado que ayude a darle al futuro una nueva perspectiva. Manzanares, en vez de centrarse en el señor maestro, le trata como un personaje más de un entramado colectivo que se irá desvelando a medida que el texto vaya estirando el hilo de las verdades ocultas y los distanciamientos familiares aparentemente insalvables. Y vaya conformado así el puñado de dramas individuales que se integran en la tragedia colectiva. Como decía antes, las historias inventadas, aunque lo sean, se asemejan demasiado a aquella sucesión de terribles historias reales a las que da origen un conflicto fratricida como el reflejado aquí y una represión criminal como la sufrida por sus supervivientes, como por no considerarlas absolutamente creíbles.

El texto de Manzanares y su puesta en escena realizan una aportación muy positiva, a la hora de recordar que existen legados terribles que se transmiten de generación en generación y que siguen dejando marcas invisibles… incluso en las generaciones que han dejado tenerlos presentes. Sin embargo, su espectáculo corre algún que otro peligro, y resulta cuestionable en según qué aspectos. Su metraje se alarga algo demasiado, y su temperatura dramática corre el riesgo de quedar algo diluida también en su tramo final, en gran medida porque se dilata excesivamente la llegada de las últimas revelaciones destinadas a cerrar el círculo de las verdades destapadas por la fosa. El mismo efectivo recurso del cambio de camiseta acaba resultando por momentos mecánicamente reiterativo, ahogado por su repetición. Y el exceso de banda sonora también repetitiva y, por momentos, demasiado escorada en remarcar los efectos emotivos que ya quieren transmitir el texto y su dramaturgia, parece necesitada de mayor moderación. También debería quizás limitar la gestualidad de alguno de los personajes, que acaba adquiriendo un no querido efecto caricaturesco. Son en cualquier caso problemas menores de una muy válida propuesta que sirve también para recordarnos la cantidad de fosas comunes aún no abiertas (quizás no lo serán nunca) que quedan perdidas por la piel de toro. Dentro de ellas reposan en el anonimato personajes tan dignos de ser rescatados del olvido como nuestro maestro, pero cuya memoria quizás tampoco nunca goce de una oportunidad como ésta que le ha acabado haciendo justicia al profe que va hacer una promesa descabezada por el horror.




dimecres, 25 de desembre del 2024

Antoni Benaiges a l'espai Texas

23 DE DESEMBRE 2024 BARCELONA
Trobada amb el públic a l'Espai Tèxas
El mestre i el mar de l'Eu Manzanares, la jove companyia Mar Vivir, en Paco Escribano i un servidor, en Sergi.









divendres, 20 de desembre del 2024

Els de les Veritats absolutes

ACCEDE A LA VERSIÓN EN CASTELLANO


[CAT] 

L'epíleg d'en Jaume Aragonès, nebot del mestre Benaiges, a una nova publicació sobre el mestre encén un article a la revista Ressó mont-rogenc
De nou tornen a la càrrega amb un escrit que reivindica els dogmes de fe, les veritats úniques i absolutes,... en fi, les rebequeries no pròpies de persones doctes i que malauradament aquests senyors fa temps ens tenen acostumats.

Entenc que no els hi agradi el fet que aquell veí de Bañuelos de Bureba passés a l'agost de 2010 per la fossa de La Pedraja, en plena exhumació, dient "Aquí está enterrado el maestro de mi pueblo". Però per molt que els hi molesti, aquesta història del mestre Antoni Benaiges no es podrà explicar sense tenir en compte que el cor de Benaiges va tornar a bategar en 2010, al mateix lloc on 74 anys abans havia estat assassinat, a la fossa comuna de los "Montes de La Pedraja" (BURGOS).

Exhumació de la fossa de La Pedraja, 2010. Foto: Sergi Bernal
Filmacions "El mestre que va prometre el mar". 2022. Foto: Sergi Bernal


També entenc que desagradi la carta de Demetrio Saez. Aquesta carta, publicada al novembre de 1936, fou escrita a l'octubre quan aquest veí de Bañuelos quan va poder, jugant-se la vida, creuar les línies per donar 3 informacions molt rellevants:

-  Data de l'assassinat: 25 juliol de 1936.
-  Autor: el terrorisme feixista.
-  Lloc d'inhumació: Los montes de Villafranca Montes de Oca. On s'han exhumat les fosses de La Pedraja.

Cal remarcar que en Demetrio va haver d'enrolar-se a l'exercit feixista i esperar a l'octubre, per saltar la línia de front, i passar-se a les files republicanes i des d'un municipi de Biscaia escriure una carta donant aquestes dates. Comparteixo la publicació d`època:




Senyors de Ressó Mont-rogenc, existeixen aquestes dades d'època que donen aquesta informació. - Quines dades i quines fonts consultables tenen vostès? Penso que cap.

Em preocupa molt que de la presentació d'un excel·lent i curós treball de memòria fet per dues veïnes de Mont-roig del Camp per al públic infantil i que recull un epíleg de Jaume Aragonès Benaiges, nebot del mestre Benaiges, transcendeixi un article d'aquesta revista Ressò Mont-rogenc, que no aporta res de nou i és una simple reacció que reivindica “l'única veritat” i que la mateixa revista va publicar, amb el mateix títol, fa uns anys.

És imprescindible que les discrepàncies i controvèrsies entre investigadors no embrutin o afegeixin soroll a aquesta tasca de recuperar la memòria d'aquest mestre de Mont-roig.





-Per què hem d'enterbolir la recuperació de la memòria de l'Antoni Benaiges pontificant les troballes, fruits de la investigació, dels uns, i anatemitzant o ignorant les dels altres?

En el tema del lloc d'enterrament i assassinat del mestre ningú no té la veritat absoluta i la dada definitiva ens la donarà un científic amb unes proves que relacionin l'ADN d'una resta ossi amb l'ADN del familiar del mestre Benaiges. La resta són hipòtesis, ni més ni menys veritat si hi ha un document o testimoni que les sostingui. Hipòtesis que són necessàries per reconstruir el trencaclosques de la seva història de l'Antoni.

A més he d'expressar els meus dubtes sobre “la veritat” que diu aquest article, que no podia estar enterrat a les fosses de La Pedraja, perquè aquell lloc no va entrar en funcionament fins al 25 de juliol de 1936. Es nota que el sr. Anguera no ha passejat gaire per la zona. Cal anar al Cementiri d'Herramélluri, a La Rioja, per veure que la placa que recorda als assassinats en aquesta vila desmenteix la seva hipòtesi. 



La placa conté una llista amb els noms de 17 homes assassinats el 1936. Cinc d'ells el dia 20 de juliol a la Pedraja. Concorda amb el treball de l'investigador Jesús Vicente Aguirre que també refereix aquests noms però ell dubte entre el dia 20 o el 21 de juliol del 1936 però refereix que se'ls van emportar a La Pedraja.  O sigui esborrem que les fosses de la Pedraja no entren en funcionament fins el 25 de juliol.

Certament Benaiges va poder ser assassinat en una cruïlla de camins al municipi de Briviesca, però el més versemblant és que el tanquessin a la presó de Briviesca, tal com va passar i el portessin a assassinar, al costat d'altres presos, a les muntanyes de La Pedraja , almenys aquest va ser el final de la gran majoria dels assassinats de Briviesca. I això mateix recull la carta de Demetrio Saez publicada el novembre del 1936. -Podria estar equivocat, tot i haver-la escrit aquell mateix any 1936? És clar, no coneixem la seva font i no sabem com va arribar a aquestes rellevants dades, però allò que li dona força a aquestes informacions és que estan escrites en premsa d'època i fa que aquesta sigui una hipòtesi amb moltíssima força. 

Però abans de res això, m'agradaria pensar, que sobre els enormes dubtes que qualsevol investigador recull i viu a la nostra feina de recuperar aquestes memòries, puguem continuar escrivint i discutint. Si és possible sense pontificacions innecessàries. 


[CAST]

El epílogo de Jaume Aragonès, sobrino del maestro Benaiges, en una nueva publicación sobre el maestro enciende un artículo en la revista "Ressó mont-rogenc".  De nuevo vuelven a la carga con un artículo que reivindica los dogmas de fe, las verdades únicas y absolutas,... en fin, las rabietas no propias de personas de sus edad y que desgraciadamente estos señores hace tiempo nos tienen acostumbrados. 

Puedo entender que les desagrade el hecho de que un vecino de Bañuelos de Bureba pasara en agosto de 2010 por la fosa de La Pedraja, en plena exhumación, diciendo "Aquí está enterrado el maestro de mi pueblo". Pero por mucho que les moleste, esta historia del maestro Antoni Benaiges nunca podrá explicarse sin tener en cuenta que el corazón de Beniages volvió a latir en 2010, en el mismo lugar donde 74 años antes había sido asesinado, en la fosa común de los Montes de La Pedraja (BURGOS).

Exhumació de la fossa de La Pedraja, 2010. Foto: Sergi Bernal
Filmacions "El mestre que va prometre el mar". 2022. Foto: Sergi Bernal

Como también entiendo que desagrade la carta de Demetrio Saez. Esta carta, publicada en noviembre de 1936, fue escrita en octubre cuando este vecino de Bañuelos pudo cruzar las líneas y nos dejaba estas 3 notas informativas muy relevantes:

- Fecha del asesinato: 25 julio de 1936.
- Autor: el terrorismo fascista.
- Lugar de inhumación: Los montes de Villafranca Montes de Oca. Donde se han exhumado las fosas de La Pedraja.

Cabe remarcar que Demetrio tuvo que enrolarse al ejercido fascista y esperar a octubre, para saltar la línea de frente, y pasarse a las filas republicanas y desde un municipio de Vizcaya escribir una carta donante estas fechas. Comparto la publicación de época:





Señores de "Ressó Mont-rogenc", existen estos datos de época.  ¿Qué datos y que fuentes consultables tienen ustedes? Pienso que ninguna.

Me preocupa que de la presentación de un excelente y cuidadoso trabajo de memoria hecho por dos vecinas de Mont-roig del Camp para el público infantil y que recoge un epílogo de Jaume Aragonès Benaiges, sobrino del maestro Benaiges, trascienda un artículo, de esta revista Ressò Mont-rogenc, que no aporta nada nuevo y es una simple reacción que reivindica "la única verdad" y que la mateixa revista publicó, con el mismo título, hace unos pocos años.

Es imprecindible que las discrepancias y controversias entre investigadores no ensucien o añadan ruido a esta ardua labor de recuperar la memoria de este maestro de Mont-roig. 




¿por qué debemos enturbiar la recuperación de la memoria de #AntoniBenaiges pontificando los hallazgos, frutos de la investigación, de unos, anatemizando o ignorando los de los otros?

Nadie tiene la verdad absoluta y el dato definitivo nos lo dará un científico con unas pruebas que relacionen el ADN de un resto oseo con el ADN del familiar del maestro. Y el resto son hipótesis, ni más ni menos verdad si hay un documento o testigo que las sostenga. Hipótesis que son necesarias para reconstruir el rompecabezas de su historia.

Además tengo que expresar mis dudas sobre “la verdad” que dice este artículo, que no podía estar enterrado en las fosas de La Pedraja, porque en ese lugar no se empezóa asesinar hasta el 25 de julio de 1936. Se nota que el sr. Anguera no ha paseado mucho por la zona. 

Hay que ir al Cementerio de Herramélluri, en La Rioja, para ver que la placa que recuerda a los asesinatos en esta villa.





Esa placa en el Cementerio de Herramélluri, La Rioja, desmiente ese dato. La placa contiene una lista con los nombres de 17 hombres asesinados en 1936. Cinco de ellos el día 20 de julio en la Pedraja. El trabajo del investigador Jesús Vicente Aguirre también refiere estos nombres pero él duda entre el 20 o el 21 de julio de 1936 pero refiere que se los llevaron a La Pedraja. O sea... borremos ese mantra que en las fosas de la Pedraja no se ponen en funcionamiento hasta el 25 de juliol de 1936.

Ciertamente Benaiges pudo ser asesinado en un cruce de caminos en el municipio de Briviesca, pero lo más verosímil es que lo encerraran en la cárcel de Briviesca, tal como pasó y lo llevaran a asesinar, junto a otros presos, a los montes de La Pedraja, al menos ese fue el final de la gran mayoría de los asesinados de Briviesca. Y eso mismo recoge la carta de Demetrio Saez publicada en un periódico en noviembre de 1936. ¿Pero podría estar equivocado Demetrio, todo y haberla escrito ese mismo año 1936? Claro, no conocemos su fuente y no sabemos como llegó a esos datos, però está escrito en prensa de época y es una hipótesis con mucha fuerza. 

Pero a pesar de todo, me gustaría pensar, que sobre las enormes dudas que cualquier investigador recoge y vive en nuestro trabajo de recuperar estas memorias, podamos seguir escribiendo y discutiendo. A ser posible sin pontificaciones innecesarias.